La falta de liquidez y la desestructuración de las cadenas hoteleras propicia la creación de sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (socimis) centradas en el segmento de hoteles. El acuerdo entre Barceló e Hispania sirve de ejemplo a grupos más pequeños.
El sector hotelero se encuentra en el punto de mira de los inversores. Durante los últimos años, la crisis ha propiciado un repunte de España como destino turístico, que se ha vuelto más atractivo por los bajos precios y la oferta de sol y playa.
Los conflictos en el Norte de África y Oriente Medio también han ayudado a reorientar a numerosos turistas hacia España. Pero las empresas gestoras de los establecimientos hoteleros no han podido evitar las consecuencias de la recesión y se han visto obligadas a refinanciar sus deudas o buscar compradores interesados en este segmento inmobiliario.
Aparte de las transacciones de los grandes operadores, en el sector se han vivido numerosas operaciones realizadas por grupos de tamaño medio y de carácter familiar. En ocasiones se ha tratado de buscar un socio financiero que siguiera dejando en manos de los propietarios la gestión del negocio.
Y la creación de una socimi, una sociedad cotizada de inversión inmobiliaria, se ha convertido en el vehículo perfecto para atraer capital sin perder el control. Otras veces han sido los propios inversores quienes han promovido la constitución de una socimi para precisamente sacar provecho de las ventajas que tienen este tipo de sociedades.
El acuerdo firmado en febrero entre la cadena Barceló y la socimi Hispania para crear la sociedad Bay Hotels ha marcado un precedente que a lo largo de 2015 puede tener una continuación con otras operaciones similares. Bay en realidad es una socimi pero centrada en el segmento de hoteles vacacionales que cuenta con una cartera de once establecimientos hoteleros y un centro comercial, con una inversión inicial de 339 millones de euros, ampliables hasta 421 millones con opción sobre otros cinco hoteles.
Con esta operación, Hispania se ha convertido en el principal inversor inmobiliario en hoteles en el mercado español, ya que también cuenta con otros seis establecimientos gestionados por NH, Melía y Vincci. Su cartera en este segmento se sitúa en el 57 por ciento del total de sus activos.
La falta de liquidez de las cadenas hoteleras y la desestructuración del sector pueden favorecer un clima donde se produzcan más operaciones de este tipo. Grupos más pequeños están preparando su salida al mercado alternativo bursátil, donde ya operan cuatro socimis, para antes del verano y centrados también en el segmento hotelero. El grupo de inversores noruego Obsido, por ejemplo, tiene constituida su sociedad desde finales del año pasado, con un capital de 22 millones de euros y tres hoteles repartidos en Marbella, Estepona y Nerja.
El atractivo que tienen las socimis para los inversores es indudable a tenor de sus datos. Las cuatro principales firmas (Hispania, Merlin, Lar y Axiare) han superado su primer año de vida superando todas las expectativas con que salieron al mercado. Durante este período de tiempo han alcanzado una capitalización conjunta de 3.947,5 millones de euros y tienen en cartera activos por valor de 4.200 millones de euros. Unas cifras que con toda probabilidad serán superadas en 2015, teniendo en cuenta las operaciones en las que están inmersas y los precios del sector inmobiliario. Ya ha realizado ampliaciones de capital e incluso alguna ha emitido deuda con notable éxito.
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